13 de julio de 2009

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Fusilan a un policía después de asaltar una parrilla en Caballito

FUE EN PEDRO GOYENA Y VIEL CUANDO EL AGENTE INTENTO DETENER A DOS LADRONES
Recibió un disparo en el chaleco y cayó. Después, en el piso, le pegaron cuatro tiros.
ESCENARIO. ESTE ES EL LOCAL ASALTADO. AYER ESTABA CERRADO. EL POLICIA CAYO A UNOS METROS DEL COMERCIO.

El chaleco antibalas amortiguó el primer disparo. Alcanzó apenas a incorporarse cuando recibió cuatro tiros más. Dos en el cuello, una en la cabeza y uno en el abdomen. Así, el agente Marcelo De Bernardi se convirtió en el primer policía de la Federal "muerto en cumplimiento del deber" en lo que va del año cuando intentó evitar que dos ladrones escaparan luego de robar una parrilla en Caballito.

El hecho ocurrió el sábado a las 22, en un restorán que está en la esquina de avenida Pedro Goyena y Viel, una zona muy transitada y con una amplia actividad gastronómica. De Bernardi, que prestaba servicio en la comisaría 10a. estaba de consigna en la zona.

Todo comenzó cuando dos ladrones se bajaron de una moto -aparentemente robada- a unos metros de la entrada de la parrilla. Adentro había varios clientes cuando los dos asaltantes entraron. Amenazaron a los clientes y empleados del comercio y les exigieron la entrega de dinero en efectivo y otros objetos de valor, como alhajas y celulares, dijeron fuentes policiales.

"Estaban robando a los clientes, cuando una pareja quiso entrar. Una empleada le hizo señas y ellos le avisaron al policía que estaba de consigna a pocos metros", contó un hombre que atiende un puesto de diarios y revistas de la misma cuadra donde funciona la parrilla asaltada.

De Bernardi se acercó a la parrilla para detener a los ladrones. Voceros policiales consultados ayer por Clarín no confirmaron si el agente pidió refuerzos cuando iba hacia el restorán.

El policía se detuvo a unos metros de la entrada de la parrilla y cuando vio salir a los ladrones les dio la voz de alto. Entonces, uno de los asaltantes comenzó a dispararle.

"El primer tiro le pega (al policía) en el chaleco, lo volteó y después lo remataron en el piso de unos cuatro tiros más. A sangre fría", relató el canillita. El policía no habría alcanzado a disparar. Peritos de Policía Científica analizaban ayer los proyectiles recogidos en el lugar.

Tras los disparos, los ladrones huyeron del lugar por separado: uno en la moto en la que había llegado y el segundo en otra que robó de una heladería de la zona.

Eduardo, el encargado de la heladería, confirmó que fue un empleado suyo al que uno de los ladrones le robó el ciclomotor. "Después de los disparos salgo la calle y me encuentro con el chico que me cuenta que le había robado un ladrón con dos pistolas que le dijo: 'Dame la moto o te quemo'", recordó el comerciante. Según Eduardo, una de las armas que llevaba el asaltante era la del agente, a quien vio tirado sobre la avenida luego de que escaparan los asesinos.

De Bernardi recibió un tiro en el abdomen, dos en el cuello y el restante en la cabeza, dijeron las fuentes. Poco después llegaron a la zona decenas de patrulleros. De Bernardi fue llevado primero al Hospital del Quemado que está cerca del restorán asaltado. Y después desde allí, en un helicóptero lo trasladaron al Hospital Churruca, donde murió.

La causa quedó en manos de la Fiscalía de Instrucción 12, a cargo de Martín López Perrando.

"Era un policía excelente. Es más, cinco minutos antes del hecho había venido a verme al local y me preguntó si estaba todo bien", contó ayer, Eduardo, el encargado de la heladería. "Marcelo siempre esperaba a que yo cerrara el local a la una de la madrugada y hacía lo mismo con los demás comerciantes", relató el heladero.

http://www.clarin.com/diario/2009/07/13/policiales/g-01957347.htm

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