3 de mayo de 2009

Los monarkas - Nelson Castro

Los monarkas - Columnistas - Perfil.com:
"el matrimonio kirchner, como luis XV"

Los monarkas
“Después de mí, el diluvio.” Esta fue la famosa frase atribuida a Luis XV, el bien amado, rey de Francia de triste historia, que vivió entre 1710 y 1774. Se lo consideró un monarca egoísta y absolutista a quien poco le importó lo que vendría luego de él.

El tono que tanto Néstor Kirchner como su esposa, la Presidenta, le están imponiendo a la campaña electoral tiene reminiscencias propias de aquella actitud monárquica. Los pronósticos de hecatombe del matrimonio presidencial terminaron provocando inquietud en las mismas huestes del oficialismo.
No obstante, aquellos que aún están en el Gobierno optaron, como siempre, por callar. Saben que de no haberlo hecho así la consecuencia inmediata habría sido el aislamiento y, al poco tiempo, la posterior eyección del Gobierno.
Alguno de los que ya están afuera, en cambio, se animaron a señalar su discrepancia con lo tremebundo de la prédica del ex presidente en funciones.
Fue el caso del ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, quien aportó un toque de sensatez cuando expresó textualmente que “si volvemos a 2001 quiere decir que todo lo que hicimos fue un fracaso”.
En público, desde el kirchnerismo puro, lo criticaron con severidad, y en privado, lo lapidaron.
Se viven horas febriles en las que la cuestión de las candidaturas agobia las mentes del oficialismo y de la oposición.

La asfixia

En el oficialismo la presión del ex presidente en funciones sobre los intendentes para que acepten las candidaturas testimoniales es permanente, y para los que las sufren, asfixiante. En las primeras horas del atardecer del viernes 1° de mayo se conoció el fallo de la jueza federal con competencia electoral María Romilda Servini de Cubría, en el que rechazó un amparo presentado por el Dr. Eduardo Barcesat para que se prohibieran aquellas bochornosas candidaturas. “Fue un fallo a lo Poncio Pilatos”, confesaba un hombre del oficialismo para agregar que “no teníamos la más mínima duda de que la jueza se iba a expedir de la manera que lo hizo”.
La burla al electorado y al sistema que ello conlleva es muy mala para el concepto de democracia.
“En las encuestas sale que a la gente las candidaturas testimoniales no le gustan, aunque eso no significa necesariamente que no las vayan a votar”, explica un encuestador cercano al oficialismo. Alentado por esto, el proyecto del Gobierno en este contexto se festejó con la aceptación de Nacha Guevara a integrar la lista de candidatos a diputados por el justicialismo kirchnerista en la provincia de Buenos Aires. “¿Hacia qué sector del electorado apunta Nacha? La verdad es que no lo sé”, se sinceraba un funcionario kirchnerista.
La participación en política de artistas y deportistas es siempre fuente de polémica.
A los partidos siempre les resulta útil contar en sus filas con figuras que gozan del beneficio de la popularidad y del afecto del público.
El tema es qué pasa con ellos una vez que termina el acto comicial.
De un lado, están aquellos que, junto con sus carreras profesionales, han tenido una vocación permanente de la militancia política. Irma Roy, Luis Brandoni y Pino Solanas son ejemplo de ello.
Del otro lado, están los que, sin ningún antecedente de participación política, han recibido la propuesta de la postulación a cargos. Los casos más emblemáticos son los de Palito Ortega, Carlos Reutemann y Daniel Scioli. Esta última modalidad tiene un aire indiscutiblemente menemista, aire del cual hay abundancia en este gobierno.
La participación en política de caras nuevas es siempre bienvenida cuando es el producto de una real intención de compromiso. Nacha Guevara habrá de ser elegida diputada. ¿Se abocará a la tarea legislativa con la misma dedicación con que lo hace a su exitosa carrera artística?
Además, lo insólito de la situación planteada por las candidaturas testimoniales puede hacer que seguramente ella sea la diputada que termine quedando a la cabeza la lista, ya que Scioli ha dicho que no asumirá y nada se sabe sobre qué hará Néstor Kirchner, quien, si se presenta, también accederá a una banca en el Congreso.
En contraste al sí de Nacha, hay “noes” que hasta el momento están preocupando al ex presidente en funciones. Uno de ellos es el del intendente de La Plata, Pablo Bruera. “En esta semana nadie nos llamó; él ya ha dicho que no”, cuenta alguien de su cercanía.

El aparato

El otro tema que impacta es el de los gastos de la campaña del oficialismo y el uso de todo el aparato del Estado para apuntalar la campaña de Néstor Kirchner. La obscenidad con que se está haciendo esto no se recordaba desde los años del menemato. ¿La Justicia lo investigará alguna vez?
En el medio de todo este zafarrancho, Aldo Rico anunció su alejamiento del kirchnerismo, al que defendía fervorosamente una semana atrás. La razón para ello fue que no lo invitaron a participar del acto del ex presidente en funciones en San Miguel, hace unos días.
Lo paradójico del caso es que su propia hija, militante K, le había pedido a Rico que no fuera.
Al anunciar su ruptura con el kirchnerismo, el ex líder de los carapintadas dijo que en ese acto, al que calificó de pobre, muchos de sus militantes habían ido porque les ofrecieron Tickets Canasta. ¿Quién los pagó? ¿Por qué no lo dijo antes?
“Desde el punto de vista ideológico, la ida de Rico nos viene bien, ya que su presencia era totalmente contradictoria con nuestro discurso; el problema es que, en San Miguel, representa muchos votos”, se sinceraba alguien que suele frecuentar a los Kirchner.
Por su parte, había expectativa por ver qué hacían en el PJ disidente con el anunciado acercamiento de Aldo Rico a las filas del PRO-peronismo. Pero durante todo el sábado se encargaron de dejarlo bien en claro: “No haremos acuerdo con Rico”.

El otro lado

En la oposición tampoco faltan los sobresaltos. “Construir la cultura de la cohabitación de pensamientos diferentes dentro de una misma fuerza es una tarea enormemente dificultosa. Nos falta mucho y debemos aprender de la experiencia de Chile y de eso estamos aún lejos”, se sinceraba una fuente que ve las tensiones que hay en los espacios en los cuales se viene reagrupando la oposición.
En el PJ disidente las discusiones siguen. Lo mismo ocurre en el ahora llamado Acuerdo Cívico y Social conformado por el radicalismo y la Coalición Cívica.
Lo vivido en Córdoba con la candidatura de Luis Juez fue extraño. Juez y varios dirigentes de la UCR venían trabajando desde hace meses para lograr un acuerdo. Cuando parecía que las cosas estaban solucionadas, todo quedó en la nada. Fuentes del radicalismo atribuyen a sectores vinculados al ex gobernador Eduardo Angeloz el origen de un fracaso que alegró a Néstor Kirchner.

El factor Moyano

El acto de Hugo Moyano del jueves pasado tuvo como objetivo el de transformarse en una demostración de fuerza de cara a su posicionamiento frente al Gobierno. “El aparato funcionó”, reconocía con ironía una fuente sindical crítica de esa movida, quien agregaba que “no hubo ni un solo reclamo de los muchos que tenemos hacia este gobierno; por eso hubo varios que ni aparecieron”.
Hugo Moyano sabe que, le guste o no, su suerte está atada a la de los Kirchner. Un mal resultado electoral del oficialismo lo será también para él y pondrá en riesgo su liderazgo al frente de la Confederación General del Trabajo.
El jefe de los camioneros sabe que hay quienes están esperando la noche del 28 de junio para pasarle facturas y moverle el piso.
Con todo, hay que reconocer que comparado con el tono de cataclismo que en la tribuna emplean Néstor Kirchner y su esposa, el discurso de Moyano sonó mesurado.
Ahora, el secretario general de la CGT está esperando la respuesta del matrimonio presidencial. ¿Qué significa eso?
En primer término, lugares en las listas de candidatos para hombres del sindicalismo que le responden. En segundo término, dinero para las obras sociales.
Esa es una disputa que viene teniendo a maltraer a la ministra de Salud, que no da el brazo a torcer y con quien ya no hay caminos de conciliación posible.
Es por eso que el jueves fue un día terrible no sólo para los muchos transeúntes y automovilistas que se debían desplazar por la zona céntrica de la Capital Federal, que se vieron complicados por un acto de uso político del aparato de la CGT con un alto costo económico que nunca nadie sabrá; también fue un mal día para la licenciada Graciela Ocaña, quien debe haber sentido el dolor de estar sola, no sólo al ver y escuchar a Moyano, sino también al enterarse, seguramente, de que Néstor Kirchner expresó su deseo de ir a participar del acto, deseo que Moyano se negó a complacer.
En medio de todo esto, un recuerdo. Se cumplió el primer mes del fallecimiento del Dr. Raúl Alfonsín.
Su impactante funeral fue un reconocimiento de la sociedad a su legado de tolerancia a la pluralidad, sin la cual no hay democracia posible. Sin embargo, a tan sólo un mes de aquel momento conmovedor, es evidente que muchos parecen haberlo olvidado.

Producción periodística:
Guido Baistrocchi."
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